Durante varios minutos las hermanas Dora y Gloria Gallego, junto con la madre de ambas, María Eugenia Parra, esperaron sentadas, y de espaldas a la vía, la llegada de su transporte en una parada de bus ubicada en la avenida Guayabal a la altura de la calle 4 sur, sentido sur-norte, cuando el sol de las dos de la tarde resplandecía. Las mujeres explicaron su comportamiento a este diario: «Es que así no nos da el sol en los pies», manifestó doña María Eugenia. Según declararon sus hijas, cuando fueron abordadas por este reportero completaban quince minutos de espera y no sabían a qué hora exactamente arribaría una sobrina a recogerlas. «Ahí le vamos echando ojo o ella nos pita cuando llegue», dijo Dora. Pasados otros minutos, Gloria afirmó: «Ya nos está dando el sol en la espalda nos vamos a tener que sentar en la manga a comernos el almuerzo». Debido a las contradicciones entre ellas, A-Pin no logró establecer si este último aporte era una broma o si en verdad las mujeres, quienes iban de visita para el barrio El Poblado, tenían en las tres bolsas plásticas y de cargaderas algún tipo de fiambre.