Buenaventura, Valle del Cauca, agosto 16 de 2010

Al final de un día de rodaje en el viejo puerto de El Piñal, en la ciudad de Buenaventura, el joven documentalista Camilo Botero fue despojado de su bebida por una mujer de color. “Primero le pidió cerveza al asistente de la película, pero cuando él, que es grande, se la negó, entonces se vino para donde mí”, dijo Camilo al corresponsal de A-Pin en el lugar. La mujer, acuerpada y de aproximadamente un metro noventa de altura, seguramente logró intimidar al joven cineasta, quien escasamente supera el metro sesenta de estatura. “Del primer trago se me tomó la mitad de la cerveza, como si hubieran puesto un tetero en la boca de un burro”, dijo Camilo. Según el asistente, la mujer se alejó con la bebida en la mano al no ver reacción alguna por parte del joven Botero, y se la siguió tomando tranquilamente mientras departía con sus colegas. A-Pin pudo constatar que la mujer, en un momento promesa del boxeo bonaverense, dejó el deporte y retornó a la vida disoluta del bulteador de puerto, oficio del que la habían arrancado los promotores deportivos de la región. (Para A-Pin, informó Nacho Piedrahíta)