Isla Gorgona, Cauca, agosto 18 de 2010

Mientras sostenía una sombrilla para evitar que la lluvia de la madrugada cayera sobre la cámara, el asistente de rodaje Íñigo Peñuela sintió fuertes ganas de vomitar. “Nos levantamos temprano para grabar la llegada a la isla, y me agarró un mareo el berraco”, dijo el asistente. Como el viento estaba en contra, vomitar en esas condiciones podía llegar a causar un desastre, de modo que el joven asistente atinó a coger una bolsa plástica que tenía en su morral. “Como me quedaba una mano libre, aproveché para tener lista la bolsa con la otra”, explicó Peñuela. Los otros miembros del grupo contaron a A-Pin que Peñuela era presa de fuertes arcadas mientras rodaban, pero nunca descuidó su labor. El afectado aseguró que después de haber llegado a la isla, fue preso del famoso “mareo de tierra”, que consiste en sentir que se mueve todo bajo sus pies. Y aseguró también que nunca llegó a vomitar de verdad, sino que el solo gesto terminó por aliviarlo. La bolsa, intacta, fue usada en tierra para otros menesteres. (Para A-Pin, informó Nacho Piedrahíta)