Medellín, septiembre 16 de 2010

Anoche, Mauricio Miranda se salvó de ser atropellado por un taxi porque decidió despedirse de beso en la mejilla de la señorita Alba Gómez, a quien había conocido el día anterior. Miranda, encargado de un stand de literatura infantil en la Fiesta del Libro, le contó a este diario que al subir a la plataforma del Metro se topó con su vecina de un stand de objetos curiosos: “Ni siquiera me le sabía el nombre, pero nos fuimos conversando todo el camino”. Según relató, ambos iban para la estación Exposiciones, pero luego continuaban en direcciones distintas. El hombre, de 43 años, contó que al salir de la estación sólo iba a darle la mano para despedirse pero cambió de opinión en el último segundo: “Como es tan extrovertida pensé, ‘ah, démosle pico en la mejilla’, se lo dí, y apenas puse un pie en la calle ¡juaz!, pasó un taxi a toda mierda!”. Miranda argumenta que el tiempo que tardó en acercar su cara a la de ella fue suficiente para que el carro avanzara un poco, y que por eso está vivo hoy. “Siquiera le dio por esas: me hubiera dañado la ida para la casa”, declaró Alba entre risas. (Informó: A-Pin)