Armenia, septiembre 20 de 2010

Ayer a las 5:30 de la tarde, cuando regresaba a su casa en el barrio Villa Carolina tras jugar un encuentro futbolístico, Andrés Felipe Flórez, de 26 años de edad, sintió un deseo inevitable de comerse un mango biche* con sal, pero, según relató, grande fue su sorpresa cuando el vendedor de frutas le informó que se le había acabado el blanco mineral. “A mi me gusta echarle salecita al mango y casi siempre se lo compro al mismo señor, pero esta vez me toco comérmelo así”, afirmó. Por su parte, “Vecinito”, como es conocido el popular vendedor ambulante de este sector de Armenia, declaró: “Qué pena me dio con el muchacho, pero para la próxima sí tendré sal”. Christian Acuña, testigo de la situación, comentó al respecto: “Qué man tan salado**, viene a comprar mango biche y justo se queda sin sal”. Flórez, por su parte, señaló que la próxima vez optará por comprar otra fruta o por llevarse el mango biche para su casa y echarle la sal de la cocina con una cucharita. (Para A Pin, informó Aquiles Brinco)

*Biche: fruta que no ha alcanzado su estado de maduración. “Madurar biche”: hacerse precoz, adoptar los modos y usos de los frutos maduros, sin serlo.
**Salado: Que carece de suerte, mala fortuna