Medellín, septiembre 28 de 2010
Esta mañana, en circunstancias que aún no han sido aclaradas, Elena Ramírez, de 49 años, desapareció una pantaloneta verde limón que hasta ese momento había sido propiedad de su hijo Carlos Vélez, de 18 años. “Vino un mendigo y le saqué un bultico de ropa, ahí iba esa pantaloneta vieja de Carlos Mauricio”, declaró la madre. Según reveló Andrea, hermana de Vélez, esa pantaloneta era la preferida del afectado: “Se la dio una novia hace años y se la ponía todo el tiempo porque como era de nylon, se secaba de una”, contó la joven, quien aseguró que la prenda se fue convirtiendo en objeto de odio: “Mi mamá siempre le tuvo bronca porque el amarillo era muy chillón, y como mi hermanito se la ponía tanto, más rabia le daba”. A-Pin conoció que Vélez le pidió con insistencia explicaciones a su madre. “Hace como tres años que tenía esa bermudita… Ni que no tuviera más ropa”, apuntó Elena. Insatisfecho con la respuesta, Carlos replicó: “Con estos fríos que están haciendo, ¿para qué darles una pantaloneta a los pobres?”, y tras sentarse a almorzar, sentenció: “Nunca te lo voy a perdonar”. (Informó A-Pin)
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NAVEGÁ POR EL SUCULENTO ARCHIVO DE MICROFICCIÓN PERIODÍSTICA DE A-PIN.
Esta noticia de la Agencia A-Pin está buenísima, perfectamente el titular podría tener zapatos, gorras, busos…en fin la lista es infinita por que las mamás «todo lo terminan donando».
Esta noticia es homenaje a mi camisa perdida una que me gustaba mucho en mis años adolescentes porque me la compré con un dinerillo que me gané trabajando
si, todo, menos lo dellas
Desde luego que es imperdonable, sobre todo cuando sucede con viejos y sentimentales tenis .