Hannah, una perrita de raza westy irlandés que desde hace dos meses sufre una incómoda afección cutánea, fue rebautizada por su familia como “Lámpara” a causa del dispositivo protector que debe portar en su cuello: “Es que sin eso se rasca y se come las costras, y no se lo podemos quitar ni para dormir”, afirmó Alberto Grajales, cabeza de un hogar caleño compuesto además por su esposa, dos hijas menores de edad, y Nelly, la empleada doméstica que “cuida a «Lamparita» y le echa los remedios”. “Es chistoso, pero no creo que a ella le haga mucha gracia: ahora no sólo vive con cara de mártir sino que la llaman de otra forma”, comentó Diana Villa, una amiga de la familia que andaba de visita en Cali. Este diario pudo comprobar que, a pesar de su desgracia, el animal ladra con una frecuencia y un tono completamente normales. (Para A-Pin, informó KoleiaTrip)
Yo una vez tuve una perrita que en lugar de ponerle este singular artefacto en la cabeza, le pusieron un cuerpo ortopedico completo para que no caminara porque tenia un problema en su columna. Estos inventos para canes son demasiado curiosos, sin mencionar lo poco esteticos! Pobrecitos los perritos!
Esta página está en mora de redactar una columna de opinión muy rigurosa sobre el derecho inalienable de todo ser viviente con habilidades de locomoción a rascarse cuando le pica.
Igualito a esta perrita está mi gatico ahora. Es super necio y si no es por la «lámpara» no se cura nunca. De cuando en cuando me toca impedirle que se rasque o se muerda toda suerte de heridas. Su historia daria para Cuento sin ficción.