Para que el mecánico Ramiro Suárez pudiera ejecutar con tranquilidad las labores de reparación de un bus, fue necesario, además de utilizar un gato mecánico, poner como apoyo dos llantas de la parte trasera del mismo vehículo. La operación estuvo al mando de Carlos Cárdenas, quien explicó: «Es por precaución porque el gato se puede resbalar», dijo, y luego precisó: «Con las llantas ahí se sostiene mejor el bus». Según informó Suárez, el vehículo había acabado de sufrir un accidente interno: «Se le dañó el rodillo y se le reventó el eje». Sobre la técnica de utilizar las llantas del bus para complementar la palanca que hace el gato, Suárez, aún bajo la carrocería, afirmó: «Así es más seguro para trabajar». A-Pin comprobó que las llantas, desgastadas pero en buen estado, volvieron a su puesto tradicional tras media hora de mecánica. (Informó A-Pin)