Medellín, octubre 6 de 2010

Ayer en la tarde, cuando la niña Lina Flórez, de 10 años, recibió las fotografías de un campamento infantil al que había asistido en las vacaciones de mitad de año, sintió una gran decepción al descubrir que su padre había comprado las fotos de otra niña supuestamente parecida a ella. “Es que la empresa organizó un campamento en La Pintada para los hijos de los empleados, y nosotros mandamos a la niña, y el costo del evento incluía el registro fotográfico”, afirmó el señor Flórez, aún incómodo por la noticia de su error. Cuando la pequeña recibió el sobre, se llevó la sorpresa de que sólo aparecía en dos fotos grupales, y que las demás correspondían a las de una de sus compañeras de aventura: “Qué tristeza que mi papá no me haya reconocido, y que encima me hubiera confundido con una orejona ahí”, dijo despectivamente. A-Pin pudo confirmar que al recibir el reclamo por parte de su hija, el padre, evitando la penosa situación, respondió: “Ah, yo creí que era usted”. En el transcurso de la semana, aseguró el señor Flórez, intentará recuperar las fotografías correspondientes al registro del paseo de su hija. (Para A-Pin, informó Pipapuz)