Medellín, octubre 17 de 2010

Esta tarde, durante el Festival Internacional Altavoz que se lleva a cabo en la ciudad de Medellín, Cristian Reyes, de 16 años, sorprendió a sus amigos con media docena de buñuelos que había en su hogar desde hacía cuatro días. “Habíamos quedado de traer comida de las casas porque la idea es pasar todo el día en el Altavoz”, declaró Reyes. Santiago Álvarez, uno de los amigos, indicó que el frío les aceleró la sensación de hambre: “Apenas se acabó el toque de Santtos, nos cogió severo filo”, dijo, y aclaró que, aunque los buñuelos estaban “viejos”, sabían delicioso: “Como están todos duros y harinosos, uno se demora más masticando y así se llena más”. Reyes, tras beber gaseosa de un termo, informó cuál fue el origen de los fritos: “Estaba buscando lo que había de parva en la cocina y me encontré una bolsa con unos buñuelos que le sobraron a mi mamá la última vez que hizo costurero”, aseguró. A-Pin conoció que otros alimentos que aportaron los jóvenes al “picnic roquero” fueron sánduches de galletas de soda con arequipe, chicharrines, tortas de carne con lentejas y ocho chocorramos. (Informó A-Pin)