En momentos en que una fuerte lluvia comenzaba a caer sobre la ciudad, media docena de motociclistas se tomaron una de las paradas de autobus de la carrera 70, en el barrio Belén Rosales de Medellín. Desde otra parada, un fotorreportero de A-Pin constató que en cuestión de segundos, con la misma rapidez con la que arreció el aguacero, los conductores y pasajeros de tres motos llegaron a resguardarse bajo el techo del lugar. «Eso es lo malo de las motos, qué pecao», dijo una mujer que esperaba un bus de la ruta Circular Coonatra, y, mostrando sus pies mojados, agregó: «Los únicos que no se mojan son los que van en carro». Según el complicado aparato de meteorología al servicio de este diario, al invierno continuará de forma intermitente por tiempo indefinido con «escasas a mediana probabilidades de cambio», por lo que se prevén nuevas invasiones motociclísticas a los paraderos de la ciudad. (Informó A-Pin)