Cartagena, octubre 24 de 2010. Los docentes colombianos Eduardo Rivas y Manuel Galarzo no pudieron disfrutar anoche la cena ofrecida a bordo del crucero en el que viajaban por Las Antillas debido a que se percataron demasiado tarde de que, para tal evento, se había recomendado asistir en traje de gala. “Salimos del camarote como a las diez de la noche a buscar la comida y cuando íbamos a entrar al restaurante vimos que todo el mundo estaba súper elegante, las mujeres con unos vestidos largos y brillantes, y los hombres de esmoquin y corbata”, relató Eduardo, de 40 años. Por su parte, Manuel, de 36, le dijo a A-Pin: “Nosotros sí sabíamos que había que ir bien vestidos porque era la cena de despedida, por eso nos pusimos pantalón, camisa y zapatillas, pero no nos imaginamos que fuera tan sofisticada la cosa”. Decididos a “no asomar las narices por allá”, los dos hombres procedieron a encerrarse de nuevo en el camarote hasta el día siguiente. “Menos mal el almuerzo estuvo requintao*”, indicó Rivas, mientras que Galarzo señaló: “Yo con el algo** quedé repleto, la verdad es que iba a comer lleno”. (Informó A-Pin)

*Requintao: Bastante, completo, reforzado. También se usa para referirse al sombrero que se deja caer sobre los ojos.
**Algo: Refrigerio vespertino. Sus componentes varían según el clima, puede ir desde un chocolate con pan hasta unos panqueques con jugo.