El niño Andrés Correa, quien se untó salsa de tomate en los orificios de la nariz para hacerle creer a su hermanito que lo había reventado con un avión de juguete. (Cliqueá en el nombre para leer la historia completa)
El niño Andrés Correa, quien se untó salsa de tomate en los orificios de la nariz para hacerle creer a su hermanito que lo había reventado con un avión de juguete. (Cliqueá en el nombre para leer la historia completa)