Medellín, octubre 25 de 2010

A pesar de que se levantó a las cinco de la mañana, la joven universitaria Lina Mejía, de 19 años, llegó con media hora de retraso a su clase de Economía I, programada para las 8:00. Según informó la estudiante, fue un error de cálculo lo que ocasionó el incidente: “La verdad es que me confié porque estaba muy bien de tiempo, pero los minutos se fueron volando sin darme cuenta”, aseguró la mujer, amante del café frío y los pasteles de hojaldre. “Me levanté temprano porque estoy cansada de vivir afanada, me organicé, desayuné con mi papá y luego me puse a revisar el correo y a leer prensa por Internet”, agregó Lina. Rogelio Mejía, padre de la afectada, confirmó que es la “primera vez” que ve a su hija madrugar a esa hora: “Nunca la había visto arreglada un lunes a las siete y por eso le ofrecí llevarla a la universidad, pero me dijo que estaba muy temprano”, relató el hombre. A-Pin habló con Diana Parra, compañera de Lina y testigo del retraso: “Que llegue tarde no es nada nuevo, lo que sí vimos es que entró toda acelerada y con el pelo seco, como acabada de levantar”, concluyó. (Informó A-Pin)