El Valle de Antón, Panamá, diciembre 18 de 2010

Ayer en la tarde, mientras esperaba el bus con destino a Ciudad de Panamá, el vendedor de artesanías Braulio Mantilla aprovechó el tiempo y se cortó las uñas. “Tenía el cortaúñas en el bolsillo porque iba a usarlo en la casa, pero se me hizo tarde y tuve que salir a agarrar el bus con las uñas largas”, declaró el hombre. A-Pin conoció que el bus tardó veinte minutos más de lo acostumbrado, lo que llevó a Mantilla a cortarse las uñas en el paradero sin prestarle atención a los demás viajeros. “Eso es normal en los hippies, creo yo. Este por lo menos se corta las uñas”, dijo Sumilda Lizcano, habitante de El Valle, una de las personas que estaba esperando el bus. Este diario fue testigo de que las diez uñas de Mantilla cayeron una a una sobre el concreto del paradero, pero como no estaban tan largas apenas sí se notaron. “No me dio pena porque no hice nada desagradable. Hay gente que escupe o se saca mocos en la calle y a esos nadie les dice nada”, concluyó Mantilla, quien minutos después abordó el bus. (Para A-Pin informó Koleia)

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