El Calao, Córdoba, enero 18 de 2010

Esta mañana, en una playa del golfo de Morrosquillo, el señor Rubén Jaramillo devolvió un tarro de leche de magnesia que su vecina de veraneo Lucía Giraldo le había prestado, cubierto con la tapa de una botella de agua mineral de su propiedad. “Lo que pasa es que como el tarro de magnesia era azul, cuando le unté la lechita a la niña se me confundió con la tapa del agua que tenía abierta en la mesa, y así la entregué”, explicó el padre de familia, de 42 años. Según Luis Narváez, amigo de Jaramillo, éste “exageró un poco el drama”: “Cuando se dio cuenta de que había devuelto el tarro con la tapa que no era se puso rojo, fue a pedir disculpas y luego volvió todo achantado lavando la tapita con el mismo tarro de agua porque había quedado untada de crema blanca”, afirmó. Jaramillo le contó a este diario que a pesar del incidente los vecinos le siguieron facilitando el medicamento: “Es lo único que le ha calmado la irritación en el cuello a la niña”, aseguró. Por su parte, la señora Giraldo sólo apuntó: “Pues ojalá no les vaya a hacer mucho efecto el laxante a los que tomen de esa agua”. (Informó A-Pin)