El zapatero Fabio Gómez decidió utilizar el cepillo con el que hasta hace poco se limpiaba los dientes su jefe, para aplicarle sacol* a los zapatos. “Ese cepillito es muy bueno pa’ esto y siempre que no se embolate dura mucho”, afirmó Fabio, quien dijo que “a veces” también usa su dedo índice derecho: “Por pereza de buscar el cepillo ese”, indicó. Gómez le explicó a A-Pin que cuando usa el cepillo, lo limpia inmediatamente: “Pa’ que no me quede muy embotado porque se pone duro, entonces es mejor sobarlo contra un pedazo de suela para que no quede con pega”, aseguró. Horacio Jaramillo, ex propietario del utensilio y quien habita en el mismo local de la zapatería, manifestó que cada tres o cuatro meses trae los cepillos desgastados del baño para el taller: “Ese cepillito ya estaba de botar, por ahí debe haber otros dos o tres que también sirven para eso”. (Informó A-Pin)

*Sacol: Pegamento amarillo, espeso y de olor penetrante, que garantiza superficies pegadas para casi toda la vida. Es tan fuerte que al ser inhalado produce efectos alucinógenos.