Medellín (A-Pin). El joven Alejandro Romero hace diariamente el recorrido de cuatro cuadras, entre su casa y el parque infantil del barrio El Rodeo, en Medellín, llevando a bordo de su bicicleta una pesa de 40 kilos, hecha con cemento y canecas de pintura. “Cada rato se me cae, hay que saber montarla y mantener el equilibrio”, declaró Alejandro cuando se alejaba de columpios y deslizaderos. “Eso se llama la malicia del colino*”, acotó otro joven que lo acompañaba caminando y de quien no se conoció el nombre. Este diario fue testigo del paso lento pero seguro con el que desplazaron los dos hombres a lo largo de la calle.
* Bajo los efectos de la cannabis.
jajaja Malicia del colino… esa es completamente nueva. Excelente!