Medellín (A-Pin). Desde el mediodía y hasta las nueve de la noche de ayer, la escobita* Luisa Fernanda Mesa trabajó acompañada por una rosa que le hizo llegar un extraño. “Me la mandó un admirador secreto”, informó la joven, quien se dedica al aseo de calles y andenes en el centro de la ciudad. Luisa aseguró que no tiene ninguna pista sobre la identidad del individuo y que es la primera vez que le hacen un regalo de este tipo: “Ni idea, y el muchacho que me la entregó no me quiso decir nada”, anotó. Este diario conoció que el recipiente donde echa la basura y en el que transporta su herramienta de trabajo era el único lugar donde Luisa podía llevar la rosa: “Ahí no se daña y cuando llegue a la casa la pongo en agua”, señaló.
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