Medellín (A-Pin). Casi quince minutos tardó Iván Sánchez, portero de un edificio de apartamentos, en quitarle los nudos a una trapeadora que momentos antes había sido utilizada por la aseadora de la propiedad. «Si la dejamos como está se pudre», afirmó Sánchez, haciendo énfasis en que con nódulos es más difícil que la trapeadora se seque. A-Pin fue testigo de que don Iván efectuó la operación en las escalas exteriores del edificio, ubicado al occidente de la ciudad. «Así con esos nudos el trapero no chupa bien el agua», agregó el hombre, nacido en Pueblo Rico, Antioquia, mientras sacudía la trapeadora hacia abajo para cerciorarse de que no quedara ningún enredo en las tiras.
Langosta!
Que desparche tan HP.