Medellín (A-Pin). Esta mañana, la arquitecta Paula Ardila, de 27 años, descubrió que las tostadas con las que iba a desayunar habían perdido su textura. “Le metí el diente a una y estaba toda blandita”, dijo Paula, quien explicó que tal fenómeno debió producirse porque el paquete quedó abierto. “Por alguna extraña razón la bolsa no tenía el gancho que le pongo para que quede bien cerrado”, agregó. Según se supo, las otras tres tostadas que restaban en el paquete de doce unidades corrieron con la misma suerte. “Definitivamente no saben igual sin ese crocantico, lo peor es que me va a tocar comérmelas así porque no hay nada más”, se quejó la joven. Sobre el hecho, Amparo Benitez, tía de Ardila, acotó: “No veo el problema, antes así hace menos regueros”. A-Pin consultó a la experta en cocina Yazmín Echeverri quien indicó que las tostadas y las galletas “se reblandecen cuando quedan expuestas al aire, debido a que absorben humedad muy fácilmente”, y recomendó meterlas al microondas para restablecerlas. Este diario conoció que, a pesar de su inconformidad, Paula ingirió las tostadas remojadas en su taza de chocolate.