Medellín (A-Pin) Esta semana, el diseñador Héctor Mejía, de 31 años, abordó a un maniquí de hombre, de 1,80 metros de estatura y vestido con ropa informal, para preguntarle el precio de una gorra. El hecho se registró en un local del pasaje comercial Palacé, a donde Héctor había llegado buscando camisetas: “No vi ninguna que me gustara pero me entretuve mirando las cachuchas, y cuando vi una roja súper bacana me le arrimé al maniquí pensando que era el vendedor”, relató Mejía, quien aseguró que “todo el tiempo” creyó que se trataba de algún empleado pendiente de atenderlo. Jimmy Cárdenas, encargado del almacén, relató: “Apenas entró le dije que bien podía observar, pero él ni me miró y siguió derecho a tocar la calidad de una prenda”, dijo, y afirmó que vio cuando Héctor le habló a la figura y le señaló la gorra: “Me dio como risa verlo ahí todo bajito al lado de ‘Tato’, así es como le decimos a ese maniquí, pero ahí mismo le dije que costaba treinta mil pesos”. Según se conoció, Héctor se retiró del local sin efectuar compra alguna: “No me dio pena lo del maniquí, me pareció fue muy cara la gorra”, aclaró.

Esta noticia fue publicada originalmente en el periódico Universo Centro.