Medellín (A-Pin). Ayer, al finalizar las exequias de su vecino y amigo Hernando Tangarife, quien falleció tras una penosa enfermedad del hígado, el señor Marcos López, de 68 años y en avanzado estado de ebriedad, le anunció a su familia que dejaría de beber. “Nunca más, nunca más, esta vez es definitivo”, dijo el hombre, envuelto en llanto. Ante tal declaración, Flor María Arbeláez, su compañera hace más de treinta años, se mostró escéptica: “Amanecerá y veremos dijo el ciego… Mejor no le pongo mucha fe a eso”, afirmó. Según le contó a este diario Lina Marcela, hija de López, su padre estuvo llorando y murmurando “durante toda la misa”: “Decía ‘no más, no más’. Esta vez parece sincero, yo creo que quedó muy tocado porque don Hernando se murió fue de tanto beber”, informó la joven. A-Pin intentó obtener otro testimonio de Marcos pero el hombre desapareció entre la multitud que acompañó el sepelio. “Seguro se fue con los amigos de tragos que estaban en el atrio de la iglesia dizque despidiendo el finado con una botella de chirrinchi*”, dijo doña Flor sonriendo.

*Chirrinchi: mezcla de alcohol antiséptico con cualquier bebida gaseosa que ingieren las personas que ya están muy alcoholizadas. También se llama así a un licor más elaborado que fabrican los indígenas wayúu con panela fermentada y destilado lentamente durante varias semanas.