Medellín (A-Pin). Hasta hace una semana, Lina Gómez y sus compañeras del piso séptimo de un edificio de oficinas, pudieron usar el baño de hombres que les quedaba más cercano. “Hubo un cambio en una de las oficinas y llegaron personas nuevas, en su mayoría hombres”, afirmó Gómez, quien dijo que antes de la llegada de los vecinos gran parte de los empleados del piso eran mujeres. “El baño de damas queda al otro lado del edificio, más bien lejitos. En cambio, al lado de mi oficina queda el baño de hombres, y dada la escasez de ese género por estos lados, mis compañeras y yo podíamos usar ese baño como si fuera nuestro”, explicó la mujer. Andrea Ceballos, otra de las afectadas, declaró que la situación le parece “fatal”: “Pienso que los vecinos se deben ir”, indicó. Por su parte, Luisa Zapata, jefe de Lina, señaló que no ve problema en seguir usando el baño “desde que se entre al primero, pues queda lejos del orinal”. Sin embargo, Lina y sus demás compañeras dijeron que no utilizarán más el recinto por temor a ser sorprendidas por algún hombre. “Tocará caminar hasta el otro lado o bajar al sexto piso”, concluyó Gómez. (Informó @linagohez)