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Cochabamba, Bolivia (A-Pin). A la señora Beatriz Campos la dejaron sola cuidando los globos de sus dos hijos en la parte más alta del cerro San Pedro, donde se encuentra el Cristo de la Concordia. El hecho se registró el día que la mujer y su esposo llevaron a los niños Jonatan y Jimena a conocer la colosal figura. “Se fueron a jugar pelota con el papá”, declaró la mujer señalando el centro de la plazoleta donde los pequeños y su padre pateaban un balón a los pies de la imagen, conocida como el Cristo más grande del mundo. “Prefiero quedarme aquí para tomar el sol”, añadió doña Beatriz mientras miraba desde lo alto el valle de Cochabamba. Campos le contó a A-Pin que los globos fueron comprados en la base del cerro, minutos antes de abordar el teleférico. “Le han pedido al papá uno para cada uno pero soy yo la que los he cargado toda la tarde”, aseguró sonriendo. [Más A-Pin Viajero]