Cochabamba, Bolivia (A-Pin). La señora Magdalena Quirós dudó por algunos segundos en entrar a una cabina de teleférico que tenía como destino la cima del cerro San Pedro, lugar donde se erige el Cristo de la Concordia. “Aún no se detiene”, le dijo doña Magdalena a su hija Isabel -dentro de la cabina-, refiriéndose a que ésta aún estaba en movimiento. “Sube, sube”, fue lo que le respondió Isabel a su madre. Este diario abordó a las dos mujeres en lo alto del cerro y supo que era la primera vez que la afectada hacía uso del teleférico: “Ha subido muy nerviosa”, dijo Isabel, quien confesó que ella sí había montado antes en el aparato. Por su parte, doña Magdalena, afirmó: “Es cierto que me ha dado un poco de susto, pero luego he orado y tampoco he mirado para abajo”. [Más A-Pin Viajero]