Cochabamba, Bolivia (A-Pin). Mientras cuidaba varias lonjas de churrascos del restaurante familiar Villa, en la avenida Aroma, Aaron Villaroel, de 13 años, estornudó de manera súbita. “Hace rato me estaba molestando la nariz”, dijo Villarroel y descartó que el hecho estuviera relacionado con el humo despedido por la carne. “Siempre nos alternamos para cuidar la parrilla”, le contó a este diario la madre del pequeño, propietaria del negocio y responsable directa de la preparación de las viandas. Por su parte, la hermana menor de Aaron, quien también se desempeña como mesera en su tiempo libre, afirmó: “Él es el que menos trabaja en la calle porque es mejor para atender las mesas”. A-Pin pudo comprobar que ningún comensal se enteró del hecho y que la venta de carnes no se vio afectada. [Más A-Pin Viajero]