Medellín (A-Pin). En la tarde de ayer, el señor Gerardo Agámez, de 51 años, decidió hacer de espaldas el trayecto a pie entre la cocina y la sala de su casa con el objeto de no encontrarse de frente con la luz del sol. “Hay demasiada luz y me molesta mucho la vista, entonces me fui viniendo despacio, despacio, caminando de espaldas al ventanal para recoger el periódico que dejé en la sala”, relató Agámez, quien vive en un quinto piso con su esposa Teresita Gil. “Si por él fuera usaba gafas oscuras dentro de la casa, pero mejor no le doy ideas”, declaró doña Teresita. Gerardo explicó que su prevención con la luz solar se debe a que hace algunos años fue sometido a una cirugía en ambos ojos: “Me operaron de terigios* y si uno no se cuida le puede volver a dar. Como sea me cuido”, señaló. Al cierre de esta edición, A-Pin conoció que Adelaida Parra, empleada doméstica de la pareja, atribuyó el comportamiento de su patrón a un dolor de espalda.