Rosario, Argentina (A-Pin). Ayer, cuando caminaba por la peatonal Córdoba, a la estudiante colombiana Patricia Medina, malqueriente confesa de las palomas, le pasó una de estas aves a pocos centímetros de su cabeza. “¡Fue espantoso! Estaba ahí en el suelo a unos pasos de mi y cuando la fui a esquivar se me vino de frente y me voló por encima”, relató la mujer, todavía aterrada. “Me tienen impresionadas estas palomas porque no son como las colombianas, aquí no le tienen miedo a uno, se le arriman a la mesa y todo”, continuó Patricia, mientras examinaba que la paloma no hubiera dejado caer nada sobre su cabeza. Esteban Uribe, compañero de Medina, entre compasivo y risueño por el hecho, explicó que la animadversión que siente su amiga por las palomas es un caso excepcional: “Las ve y se le daña el genio, se cambia de acera para no cruzarse con ellas, si le toca pasar cerquita se aguanta la respiración”, indicó el joven. Según fuentes consultadas por A-Pin, en días recientes la universitaria se mostró especialmente interesada por el trabajo de algunas empresas de seguridad que luchan contra las palomas. [Más A-Pin Viajero]