Medellín (A-Pin) Ayer en la tarde, cuando regresaba a su casa, el señor Raúl Valencia, de 42 años, encontró una abeja moribunda ante su puerta y decidió socorrerla. Valencia, gerente de mercadeo, le contó a este diario que tomó la decisión gracias a una conversación que tuvo hace poco con su novia: “Ella me contó que muchas veces las abejas se mueren porque no encuentran flores, y como el néctar es lo que les da energía entonces caen rendidas por ahí, a menos de que alguien les ayude”, afirmó. Según el hombre, tan pronto vio el insecto en el suelo, lo recogió con la cuenta de servicios que acababa de encontrar, lo llevó hasta una mesa del balcón, y fue por un tarro de miel a la cocina. “Le eché una gotica al lado y la empujé con el dedo para que chupara, pero me asusté porque se embadurnó toda y pensé que se me iba a ahogar”, aseguró. “Pero al momentico se sacudió, empezó a sacar la lengüita, y en menos de un minuto comenzó a zumbar y salió disparada volando”, relató. “¡Ahí mismo me llamó súper emocionado a contarme, casi me hace llorar!”, comentó al respecto Liz Flórez, novia de Valencia.