Buenos Aires (A-Pin). Esta mañana, el periodista radial Adrián Ernesto Brunetto desayunó una porción de garrapiñada* que adquirió sobre la avenida Rivadavia con Callao, zona de Congreso, centro de la ciudad. «Salí apuradísimo y no tuve tiempo de comer algo en casa», declaró Brunetto, quien afirmó que no tiene la costumbre de salir de su departamento durante la jornada matutina. «Hago un programa radial en las noches, pero uno de los entrevistados de hoy, un músico rumano, sólo podía atenderme antes de las diez», agregó el comunicador experto en la agenda cultural de Buenos Aires. A-Pin pudo establecer que el hecho se registró luego de que el afectado terminara de entrevistar a Corneliu Blaga, un pianista nacido en Bucarest hace 42 años. «Me atendió en el hotel antes de salir para el aeropuerto», contó Adrián. Por su parte, Michael González, quien iba a traducir los testimonios de Blaga, informó que Brunetto llegó a su casa con «una bolsita de garrapiñada en el bolsillo del pantalón»: «Vino a dejarme el archivo de audio y dejó aquí la envoltura», concluyó González.

*Fragante golosina de maní, azúcar y esencia de vainilla. Especie de maní confitado, preparado en olla de cobre y cuchara de palo que venden en cada esquina de Buenos Aires. Viene de «garapiñar»: «bañar golosinas en el almíbar que forma grumos», según consultamos.