Buenos Aires (A-Pin). Ayer en la tarde, dentro de un colectivo de la ruta 29, la señora Camila Lorenzo, de 55 años, se aferró al cabello de otra pasajera luego de que un frenazo del conductor la impulsara con fuerza hacia un lado. “Perdoná, no tuve de otra, iba a caer”, le dijo Lorenzo a la otra mujer, de unos 26 años, quien respondió mientras se reacomodaba un pequeño sombrero: “No, por favor, no hay problema”. El suceso fue presenciado por todos los pasajeros del bus, ya que las implicadas gritaron y se balancearon de forma aparatosa. Aún en el trayecto, A-Pin fue testigo de que Camila le preguntó a Ricardo Barbieri, un joven médico que viajaba de uniforme, que si él la había golpeado en la espalda. “Te diste con el codo”, le explicó el galeno, agarrado a uno de los pasamanos del bus. “Disculpame ¿eh? Si no me atajás le arranco el pelo a la chica”, agregó Camila. “No, por favor”, contestó Ricardo. Este diario conoció que una vez la joven del sombrero bajó del vehículo, Camila y Barbieri reconstruyeron nuevamente los hechos y conversaron hasta que el doctor descendió.