Medellín (A-Pin). A pesar de que no le correspondía lavar los platos del almuerzo de ayer, el comunicador social Alberto Castro, de 39 años, decidió lavarlos por voluntad propia. «No es más que un autocastigo porque odio lavar la loza», declaró Castro. Según se pudo establecer, los hechos se originaron cuando Marcela Villa, esposa del comunicador, le recordó al afectado que le correspondía preparar el almuerzo: «Estaba muy encarretado en el computador y al ver que avanzaba el mediodía y él nada que se paraba a cocinar, le dije que tenía hambre». A-Pin conoció que Alberto se levantó de su escritorio «de mala gana», según las propias palabras de Villa: «No me respondía nada de lo que le preguntaba y además golpeaba las ollas con rabia», agregó la mujer, quien se mostró indignada ante el comportamiento de su pareja. «Yo siempre hago las cosas con amor», apuntó Marcela con la voz entrecortada. Este diario fue testigo del momento en que el hombre tranquilizó a su esposa mientras terminaba de rallar una zanahoria. «Lavar los platos fue el mejor castigo para mi mal genio», concluyó Alberto, quien explicó que “no estaba programado para meterse a la cocina”.