Austin, Texas (A-Pin). Ayer, la ingeniera Natalia Barrera, de 31 años, llevó a la oficina un recipiente con queso y dejó en su casa el que contenía sus alimentos para el almuerzo. Según Barrera, el hecho se originó debido a que “todas las cocas*” de su casa son iguales. “Siempre saco de la nevera las cosas para el desayuno y para el almuerzo», afirmó la mujer, quien luego explicó que sus cocas «tienen las mismas florecitas y la tapa verde». Por su parte, Susana Obando, colega y testigo, informó: “Qué pecao, estaba toda triste porque se le habían quedado los frijolitos tejanos con carne que estaba guardando desde el fin de semana que estuvo en un asado”. A-Pin no logró establecer si la afectada, al momento de salir en busca de almuerzo, se dirigiría a un restaurante “que queda como a tres cuadras” o a un supermercado, “que queda igual de lejos”, a comprar comida congelada. “Ojalá no le dé mal genio porque no se la aguanta nadie”, señaló un compañero de Barrera que pidió reserva del nombre. (Informó Pancracia)

*Coca: recipiente plástico. Tal vez provenga de la feminización de coco, fruto de cubierta durísima y susceptible de ser usada como recipiente, pero esa es una hipótesis a la ligera.