Medellín (A-Pin). Después de leer y releer una y otra vez los correos que envía a diferentes destinatarios, el sociólogo Camilo Upegui, de 39 años, confesó ayer que se siente obsesionado con esta práctica. “Cada respuesta que mando es muy completa, con cada punto profundizado, y me quedo releyendo como para reconfirmar que no se me escapó nada”, declaró Upegui, profesional que tiene comunicaciones vía mail por asuntos de trabajo. Alina Sánchez, esposa del afectado, afirmó que se trata de un caso de “solazamiento”: “He visto que se queda regodeándose con los correos que ya mandó, o buscándoles errores, como si ya sirviera para algo”, apuntó la mujer, quien añadió que Upegui lee por lo menos tres veces cada correo que envía. “A veces no los releo ni una vez, cuando son cortos o muy superficiales”, advirtió el sociólogo. Este diario se comunicó vía telefónica con Alberto Giraldo, compañero de trabajo, quien afirmó que Camilo “se toma su tiempo” a la hora de redactar: “Es un purista”, dijo. A-Pin conoció al cierre de esta edición que Upegui se comprometió a pasar más tiempo con su familia.

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