Medellín (APin). Ayer al mediodía, los esposos Diana Bermúdez y Álvaro Montoya tuvieron que soportar un intenso aroma a ajo que se les impregnó en el cuerpo y en la ropa. “Quedamos todos pasados”, declaró Diana, mientras su cónyuge indicó: “Me sobrepasé con el ajo para la pasta… le eché como diez dientes grandes”. APin conoció que, a pesar de los hechos, la pareja acudió al centro de la ciudad para hacer algunas compras. “Mi idea era que compráramos unas cajitas de chicles apenas nos bajáramos del bus, pero Diana ahí mismo vio unas chanclas que necesitaba y se metió a un almacén”, anotó Álvaro. Yuly Serna, empleada del local de variedades, dijo que el olor de ambos era “impresionante”: “Tenían un vaho súper fuerte”, sentenció, para luego agregar que le llamó la atención que cuando la mujer se medía las sandalias, el hombre le preguntó por un triturador de ajos. “Es que como nos toca picarlo con cuchillo, quedan pedacitos más grandes y el olor se pega más”, explicó Montoya. Según se supo, los esposos acompañaron su almuerzo con panes untados con mantequilla de ajo.

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