Villavicencio (APin). A pesar de haber hecho una fila de media hora en la papelería del colegio Eduardo Carranza, el estudiante de décimo grado Julián Hernández no pudo sacar sus copias porque al llegar su turno la tinta se acabó. “Esto solo me pasa a mí”, atinó a decir Hernández, de 16 años. El hecho ocurrió el pasado lunes cuando varios estudiantes esperaban su turno para sacar copia de sus documentos de identidad, con el fin de actualizar la base de datos de la biblioteca de la institución. “No sé por qué se terminó precisamente hoy, si la tuve en mantenimiento la semana pasada”, declaró Diana González, propietaria de la máquina y responsable de que ésta se encuentre disponible y funcionando. “Yo qué iba a saber que la mía sería la última copia, la saqué justo antes de que se dañara, creo que estuve muy de buenas”, dijo por su parte Sebastián Restrepo, compañero de Julián y quien se encontraba en el lugar de los hechos. Aunque se desconocen las razones de la súbita falla, la señorita González se comprometió a llamar al técnico, mientras que Julian tuvo que sacar sus copias por fuera del colegio. (Informó Lilian Hernández)

Noticia producida en taller de escritura con estudiantes y empleados de la Facultad de Medicina de la U. de A.