Medellín (APin) Ayer en la tarde, Alonso Tabares Restrepo, taxista de 66 años, se percató de que, por estar jugando ajedrez en las mesas instaladas en el acopio donde trabaja desde hace dos años, no había hecho una sola carrera en todo el día. “Nosotros normalmente nos jugamos un partidito mientras sale un servicio, pero Alonso no paró porque andaba de buenas achilándonos* a todos”, informó uno de los taxistas que presenció el hecho en el acopio de Laureles. Según relataron sus compañeros, Tabares “se pasa de relajado”, incluso algunos insinuaron que maneja el taxi más por distracción que por interés laboral. Por su parte, al ser interrogado sobre el asunto, el hombre declaró que el ajedrez lo pone mucho a pensar y que se toma su tiempo “como todo buen estratega”: “Además la noche se hizo para dormir y ser taxista de noche es un peligro”, puntualizó. Antes de abandonar el lugar de los hechos, Alonso, jubilado y padre de dos hijos, le dijo a APin: “Me va a tocar pasar por el cajero para mostrarle a la mujer que al menos hice lo del día”. (Informó Daniel Toro Moreno)

*De «achilar»: dejar a los contrincantes sin un peso, unas veces gracias a las buenas estrategias de juego y otras debido a rachas de buena suerte.

 

Noticia producida en taller de Microficción periodística con empleados del Parque Explora, febrero 2013.