Envigado, octubre 7 de 2009

Debido a que la cobija con la que se protegió del frío de la noche se le enredó varias veces en un pedacito de uña del pie derecho, el antropólogo Samuel Vásquez no pudo dormir tranquilo. La incomodidad se le presentó en plena oscuridad y se alargó hasta las seis de esta mañana. “Cada que movía el pie, la cobija se me engarzaba en esa uña y… hay sensaciones que no se pueden describir: era como un ardor, un fastidio frío que me subía desde el meñique hasta el pecho”, declaró Vásquez, quien luego recordó que en medio de la “pesadilla” tuvo la idea de cubrirse el pie afectado con un calcetín, “pero tenía tanto sueño que no fui capaz de pararme… Mejor saqué el pie de la cobija, pero el frío hacía que lo volviera a meter… Fue una noche angustiosa”, relató. Recién se despertó, Clara Chaverra, esposa de Samuel, atinó a explicar que el borde de las uñas se quiebra por usar calzado apretado, “o por golpes suaves que sufren a lo largo de los años”. Al final, Vásquez se rebanó la parte levantada de la uña, no sin antes retirar algunas pelusas que permanecían adheridas y se dirigió al baño. (Informó A-Pin)