Medellín, abril 18 de 2009

Después de varias semanas de limpiar pequeños charcos de orines por toda la casa, la señora Clara Luz García celebró que su pequeña Jazmín, de 21 meses de edad, por fin hiciera “chichí” en la bacinilla. “Llevábamos más de un mes tratando de enseñarle, pero se levantaba antes de tiempo, y de pronto uno encontraba huellitas por la casa y al final descubríamos el charquito amarillo”. Según las recomendaciones de una de las abuelas, la niña debía quedarse sentada por ratos prolongados mientras los padres intentaban leerle un cuento o le jugaban con títeres, pero la pequeña se mostraba reacia a permanecer sentada a pesar de las actividades. “Al ver que a la niña no le gustaba quedarse sobre la bacinilla opté por no insistirle y mejor ensayé mostrándole cómo sus muñecos preferidos sí se quedaban sentados en ella para hacer ‘chichí’, y parece que funcionó. Ni siquiera avisó. De un momento a otro la ví ahí sentada y cuando me pude asomar me llevé la sorpresa”, le relató a A-Pin Clara García, quien abrazó a su hija y le aplaudió: «Se emocionó tanto que cogió la bacinilla y la volteó, pero ya sé que cada vez vamos a tener que trapear menos orines”, concluyó. (Informó Pipapuz)