Eran las nueve

De la mañana de ayer

Y el sol parecía de mediodía

Cuando dos Fernandos

Restrepo y Correa

Desvainaban fríjol

Un bulto

Que son 60 kilos del grano

En la carrera 75 con calle 29

Cerca del parque de Belén.

Los socios y dueños

Del Bodegón de la Fruta y la Verdura

Tenían las manos manchadas

Negras

Ágiles

Abrían las vainas

Tiraban los fríjoles en una canastilla

Y a veces

Con las uñas del pulgar

Arrancaban fácil los pequeños brotes

Del ombligo del grano

“Al mojarse retoña el fríjol”

Este viene de Urrao

De Santuario

Pero los compran en la Mayorista.

Son buenos amigos

Se hacen chistes pesados

Que Restrepo es un viejo acabado

Y Correa un arriero preparado

Porque hizo el bachillerato.

“Dadas las circunstancias

y evitando tener más empleados

todos los días le cascamos al fríjol”

Dice Restrepo, como enorgullecido por el inicio de su frase

Hasta que Correa comenta

“La verdura se trabaja diario pa’ que se vea fresca”.

Lo que desvainan al día

Cuesta 120 mil pesos

Son 120 platos de fríjoles

Aunque si se les pica papita y plátano

Se dobletea y comen más

Nadie queda con hambre

La canastilla granate ya está llena de fríjol

La de plástico verde

Rebosada de vainas abiertas

Hay unas en las grietas de la acera

Ahora

Las manos de ambos

Más negras

Más oscuras

Con resina pegada a la piel

“Es el sudor de la cáscara del fríjol”

“Es que la cáscara larga mugre que viene desde la mata”

Correa se levanta de la silla

Se dirige al lavamanos

Atraviesa un corredor de piñas

Mangos

Papas y guayabas

“La mejor fruta es la de Armenia

Y el Valle”

Luego empuña la llave

El agua cae

Contra el poyo parte un limón

En dos

Para usarlo como jabón.

Medellín, diciembre 10, Rule