Iban siendo las once de la mañana
Cuando un Renault
Cuatro
Azul cobalto
Adormecido por la brasa del sol
Estacionó despacioso
Al frente de “La esquina del sabor”
Un restaurante
En Bolivia con Palacé.

*

El dueño del auto
Modelo 75
Don Gustavo De Jesús Montoya
Nacido hace 61 años
Y oriundo de Santa Elena
Entró al restaurante
Dando pasos seguros
Saludó
Hablando duro
Y luego salió
Cargando una caneca
También azul cobalto
Con la tapa negra semi puesta.

*

Gustavo
De pelo blanco
Y tez bronceada
Viaja diario a Medellín
“Recojo seis canecas
De aguamasa
En seis restaurantes
De por aquí”
Ahora la levanta
Y la pone en la parte de atrás
Del Renault
Junto a otras canecas
Rebosadas de los sobrados
Que los clientes de esos seis restaurantes
Dejan en los platos
“Esto es lo que se comen
Mis diez marranos”.

*

Los músculos de sus brazos
Se tensionan
Mientras acomoda el recipiente
En esa zona del carro
Que ya no tiene silla de atrás
“Para tener más espacio
En el baúl”.

*

Dora Medina, mesera de “La esquina del sabor”
Asegura que don Gustavo
“Viene desde hace tiempo por esa aguamasa”
Y doña Diosa
Cocinera del lugar
Confirma el dato, sin dar su apellido
“Hace 10, 12 años que trabajo aquí
Y desde eso está viniendo don Gustavo”.

*

La mujer
Amable y cincuentona
Sabe qué tira en la caneca
Cáscaras de guineo
Plátano maduro
“La yuca lavaíta
Todos los sobrao’s”
Y uno puede ver
Adentro de la caneca
Pedazos de arepa
Arroz, fríjoles, caldo.

*

Aguamasa
Que dos veces al año
Don Gustavo paga con 4 marranos
Que se reparten entre los seis restaurantes
“Pero eso le toca al dueño”
Dice Diosa
Mientras Gustavo
Está a punto de subir al carro
Para volver a Santa Elena
“Hay que coger las curvas con cuidado”
Manejar despacio
Para que las canecas no se vuelquen
“La sal de la aguamasa
Acaba mucho la lata”.

*

El carro arranca
Ya tiene varios parches rosados
En la carrocería
Que antes
Estuvo oxidada.

Medellín, diciembre 11, Rule