“Mil buñuelos cada seis
o siete minutos”
Salen por las puertas
de la Buñuelería Especial
Un 24 de diciembre
Eso calcula don Alberto el dueño
Y le creo
Tanto cliente
Y vuelo de cajas
Repletas de bolitas
No son para menos
Esta es la gran fecha
La apoteosis del queso y la harina
Convertidos en radiantes pelotas fritas
Rodando de mesa en mesa
por todo el Valle de Aburrá
El día nacional del buñuelo
Lo podrían nombrar
30 empleados
Unos más
Unos menos
Dependiendo del agite
En un local ni grande ni pequeño
Largo
Aseado
Dividido en cuatro áreas
Allí por Belén
Hacen el sueño
De Don Alberto
Realidad
Entregar buñuelos calientes
“Recién hechos”
A manos llenas
Por turnos
Pero en sincronía
Pican el queso costeño y su sal
Lo mezclan con harina
Un huevo por cada 5 kilos
Y ponen a sonar la máquina
Que lo mezcla todo
Vierten la masa en la boca
De la máquina moldeadora
Que devuelve cinco bandejas
Con 48 torticas de masa
Por cada carga
De 5 kilos
Otros
Al borde de 10 piscinas
De aceite hirviendo
Vegetal
Burbujeante
Transforman cada tortita
En una bola perfecta
Que arrojan despacio
Pero sin pausa
A ese infierno líquido
Que les tuesta la piel
Y les esponja el buche
Viejos zorros
Como Juan
Incluso amasan
De a dos bolas por vez
Una con la palma
Y la otra con los dedos
En un solo vaivén
En la superficie
De cada alberca ardiente
Giran las pelotas
Cosquillas del aceite
Locuras de la física
Unas blancas
Recién caídas
Otras sonrojadas
Otras ya naranja oscuro
Listas:
Buñuelos garantizados
Humeantes
Esponjosos
De 10 gramos y pico cada uno
Un cucharón perforado
Los levanta y escurre
Y los echa a rodar
Por un tobogán plateado
Que los lleva a unirse
A decenas de buñuelos frescos
Que caen a una mesa de aluminio
Del tamaño de media de billar
Orgullosa en todo el centro
De la zona de atención al cliente
De la Buñuelería Especial
A la vista de todos
Pero al alcance de tres
Cuatro o cinco hombres
De delantal blanco
Y pinza en mano
Que empacan cajas
de a 20
40
60
70
Ó 200 buñuelos
O entregan
de a uno
“En servilletica
por favor”
A 350 la unidad
Pida usted uno solo
O mil quinientos pa’´llevar
Todos iguales
Del mismo tamaño
Del mismo color
Del mismo sabor
Dicen los clientes
Dice don Alberto
Y dice Juan
Que lleva 30 años pegándole
Al oficio de hacer buñuelos
Y no se ha cansado
Ni siquiera de comerlos
Y lo mismo le pasa a su patrón
Que todos los días
Hace 40 años
Se come el primer buñuelo de cada tanda
Por control de calidad
“¿Pero sabe cuál es el problema?”,
Pregunta
Y responde:
“Que me como uno
Y me como dos
Tres y cuatro
Y sigo derecho”
Como cuando si usted no se come otro
Es porque está pelado*
–
*Sin un peso en el bolsillo.
Informó: Juan Miguel V.
cosquillas, q divertido :p
Oh excelente, que delicadeza hombre.
Excelente este poema al buñuelo, detalladisimo. Se me hace agua la boca! Me llamo la atencion que don Juan pueda hacer dos buñuelos al mismo tiempo, eso si que es experiencia!