Por: Rasputín Castañeda Galeano.

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“Padre, patria, patrón, tal es la trilogía que sirve de base a la vieja sociedad patriarcal y, en la actualidad, a la camada fascista (…) La patria se interpone entre el hombre y las riquezas del suelo”. (Antonin Artaud. Manifiesto surrealista, 1936)

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No hay algo que me emberraque más que encontrarme con un usuario de Internet que tenga como Nickname la palabra “Paisa”, o peor aún “Paisita”*. Mucha más rabia me da cuando lleva artículo, “El paisa”, “La paisita”. No es mi intención entrar en terrenos del regionalismo, no me gustan esas discusiones y no tengo nada contra los paisas, de hecho soy uno de ellos, y aunque no soporto ciertos comportamientos o actitudes “paisas” que no viene al caso mencionar, no tengo problemas con mis coterráneos.

Lo que sí me hace hervir la sangre es cuando, aparte de usar el o la “paisa” le meten también adjetivo: “Paisa linda”, o la edad: “Paisita_17”. ¿Dónde está la originalidad de la gente para ponerse un “bendito” apodo? ¿Tienen que recurrir al “paisa” para sentirse seguros?, ¿Creen que así entran ganando o cotizando?, ¿Van a seguir montados en ese buque de que los paisas y las paisas son lo mejor de Colombia? No, mijos, bájense de esa nube.

Desde que me empecé a meter a Internet, hace años, me encuentro con este submundillo de nicknames que tienen la raíz “paisa”. Me los vengo topando desde Latinchat hasta en los foros de periódicos virtuales, pasando, claro está, por varias redes sociales. Llevamos más de una década de uso de Internet, y me gustaría saber cuántos nicknames ha habido con la palabra “paisa”, no sé, pero seguramente miles de personas han acudido al mágico vocablo. Y más seguro todavía es que gente de Armenia, Pereira y Manizales haya también “usufructuado” la fama absurda del “paisa”, bautizándose así en la red.

Claro que los rolos, los caleños y los costeños no se salvan, pero como dije antes, este no es un problema de regionalismo. Voy directo contra el “paisa” porque sin duda alguna es el que más necesita que le den unas palmadas en la cara (en sentido figurado) y lo bajen de ese pedestal. Que las paisas son las más bonitas, que los paisas son los más pujantes, los más creativos, los más avispados… ¿Entonces poniéndose “paisa” están tomando un carácter, una actitud? Si precisamente las fronteras desaparecen en la red, ¿para qué diablos llevar en la frente virtual el título de “paisa”?, ¿Es un escudo?, ¿Se sienten protegidos?

Y a eso es a lo que voy: ese amor pendejo hacia la patria, hacia la tierra. Aquí el problema no es que la gente se identifique con lo que tiene –que es lamentable- sino con el lugar donde nació. Y nacer aquí o allá es una minucia, usted no decidió nada. Mejor póngase un nick que lo defina a usted como persona, como humano si quiere, pero deje el gentilicio tranquilo. Si tiene buena carne en las manos, póngase el nick “Mano gorda”, o si sufre de ataques de piel de gallina con frecuencia podría llamarse “Cuerito del pollo”… Pero no más “paisas”, ni “paisitas”, y de una vez, fuera “rolita”, “Coste”, “Caleñita diabla”, y todos los demás.

*Paisa: Así se les dice a los nacidos en Antioquia (Colombia). El paisa es amable, jovial, hablador, trabajador, inteligente, encantador, alegre, vivaz,  culebrero, se roba la atención en las fiestas. Es hábil en los negocios, todas se las sabe y las que no se las inventa. Y no se vara. Un berraco.