Vivió en Europa muchos años de su vida
Es de esas señoras que por ahí denominan
Cuchibarbie
Entrada en años pero retocada
Pintada
Muy operada por todos lados
La nariz bien respingada, pequeña
Cierta locura o desespero
Se le ve con sólo mirarla
Párpados operados, pómulos operados, tetas operadas
Nalgas operadas
sin dos costillas con cintura trastocada
Como con ganas de vivir la señora
Sacarle jugo a su última juventud
Comiendo sardino
Podría ser
*
Se vino de Francia, el último país donde vivió
Para radicarse del todo en su tierra natal
Es dueña de apartamentos muy apetecidos
Los arrienda no muy caros
pero están caídos
A la señora le fue bien en Europa
Tuve la oportunidad de conocerla hace un mes
Porque me mostró un aparta estudio
Es muy conversadora
Con mente juvenil
Mucha gente diría que no es normal
Parece medio loca
En el buen sentido
*
En estos días se subió al Metro
En la estación Poblado
Iba de sudaderita negra muy pegada
Y top negro ajustado también
Las carnes se querían salir de la ropa
y de repente, la mujer
De casi sesenta años
empezó a hacer ejercicios pegada de los tubos
del Metro
Todas las sillas estaban ocupadas
Y la gente se empezó a reír
Mirando a la repatriada hacer ejercicios
Sistemáticos
Lo peor fue para la chica
Que estaba sentada al lado de la señora
Tenerse que aguantar la risa
Con la mano en la boca
Y el bolso como escudo
*
La señora
Trabajó la planta de los pies primero
La pantorrila después
Se ponía en cuclillas
Bajaba, subía
Parando la nalga, inflada
Muy inflada y se veían como dos balones de micro
Partidos a la mitad
La tanga tragada
Las personas se reían y con la mirada
Buscaban otras miradas cómplices
Para compartir la risa
La sorpresa de que hubiera una mujer
Muy particular
Haciendo ejercicios físicos
En pleno Metro
Con tanto fervor
*
Llevaba un sobre de manila
Metido entre el top
Y los inmensos senos
Con brasier apretado
“Va como en un gimnasio”
dijo un señor que iba sentado
Con la parte de debajo de los ojos morada
y otra señora, dice que ella
“jamás haría eso”
y luego un señor de más allá
se tira pa’ delante
con el celular en la mano pa’ tomarle foto
a la señora
Y lo mismo hace una pelada
Que está sentada más lejos
*
La deportista se baja en San Antonio
Sube a la plataforma de la línea B
Evitando las escaleras eléctricas
Aún así
Alcanza a montarse a un vagón
Y empieza de nuevo el show
Gimnástico
Poco a poco la gente se va dando cuenta
De los ejercicios
Baja, sube, para la cadera, baja la cabeza
Aunque ya no causa la misma sensación
Porque se baja pronto
En Suramericana
Y cuando sale del vagón
Yo me escabullo para no tenerla que saludar
Y grita:
“Espérame Guillermo”
y un señor, canoso y mechudo
que no estaba al lado de ella en el trayecto
se detiene
a esperarla.
*
Medellín, febrero 15 de 2010. Rule.
***
Que maravilla, me encantan los finales inesperados.
que poema!!! que personaje!!!
Tremendo poema! hay gente que no come de nada y esta cuchibarbie es una de ellas.
Habría querido estar ahí. Duro aguantarse la risa porque es una ruptura tremenda con la cotidianidad el metro, pero es cuestión de abrir la mente y entender todo ese drama que hay detrás, como bien lo presenta el autor de la pieza. Lo más dramático de todo, por cierto, es la aparición de el tal Guillermo. Ese tipo, creo, es quien vive el verdadero drama…
Aga, Guillermo canoso y mechudo, debe ser otra historia
Bacana la nota, lo cotidiano, lo no contado, lo no visto. Me encanta ese estilo por que no todas las miradas lo ven o no les interesa. Creo que estamos nececitados de este tipo de cronicas en lugar de todas las noticias rojas que nos brinda la prensa tradicional.
Viva la cultura metro!!!Cuántas posibilidades en este medio de transporte, jajajajaja.
estas cosas sólo pasan en el país del sagrado corazón!
cachorro, que maravilla de poema y de historia,esa si esta mas loca que cualquiera…….
Bueno, muy divertido el viaje, ahí la cuchibarbie quiere recuperar lo que no hizo de joven, la pregunta es ¿si en una de esas se le desinfla una de las puchecas o una de las nalgas? recordemos es operada y las tiene de silicona, la risa habia pasado a histeria colectiva, de casualidad no hizo malabares, esperela en los semaforos para el show.Aplusos para la(s) cuchibarbies que nos rondan y divierten.
La vida sería más divertida si el mundo estuviera mas plagado de esos personajes que arrancan sonrisas o carcajadas, que nos
sirven de espejo y nos sacan los fantasmas que nos habitan.
¡Magistral poema!