Nueve jovencitas distribuidas en una cancha de microfútbol
Lunes mojado, frío en los alrededores del barrio Estadio
Un entrenador de impermeable negro y tres ayudantes de campo
Cuatro balones que cruzan veloces los charquitos
Salpicando esa agua estancada
“Usted haga lo suyo”
Dirige Tomás Cortés a las niñas que se hacen pases entre sí
“Usted reciba allá”
Los esféricos pasan entre diez conitos naranjados, emparejados
“Dele templadito, templadito”
Cae uno, caen dos conos, pero casi siempre el balón pasa de largo
“Esto es Selección Antioquia de microfútbol femenino”.
*
María Antonia una joven apartada detrás de la lateral
Chores negros camiseta roja mechón mono
Levanta las manos para mantener el equilibrio
Está en medias, sin tenis, parada en una bolsa de agua
“Juego balonmano pero hago fisioterapia con las de micro”
La mujer se los ha esguinsado, sufre de los tobillos
Lunes y miércoles los fortalece
“El resto de los días entreno balonmano”
Dicen que es una de las mejores
Juega en la ofensiva
Golea con las extremidades superiores
No como Geraldine, jugadora de micro
“Ve, ¿no tenés unas medias chiquitas?”
María Antonia las tiene puestas
Mantiene el equilibrio, manos alzadas
Sostenida encima de la bolsa de agua
Esfuerzo muscular sin movimiento.
*
Uno de los ayudantes le echa un vistazo a la balonmanista
Supervisa sus ejercicios isométricos
Y vuelve a las jugadoras de micro
“Le pegó mordido”
“Yo no puedo hacer un pase si la compañera no está ahí”
Los cuatro balones siguen circulando
Daniela, defensora, lo recibe con la suela del guayo
Lo acomoda y se lo devuelve a una compañera
Puro borde interno
“Preocúpese por meterla ahí”, dice Tomás
“Los conos son los rivales”
María Antonia prefiere el balonmano
“No soy casi motriz con los pies”
“Me parece muy complicado”
Todo el resto del año le espera esta rutina
Ver chutar balones mientras fortalece sus tobillos
Ahora baja de la bolsa de agua y sale de la cancha
Para llevarla en sus brazos hasta el camerino.


«Fuerza, fuerza, equilibrio».