Diez en punto de la mañana y el lotero Joaquín Velásquez acaba de entrar a la cafetería con sus tiras de billetes agarradas con un gancho y un vaso desechable de los grandes. Es café negro lo que trae, humeante, casi quemándole los dedos, el recipiente lleno hasta la mitad. El hombre, de unos 65 años de edad, ni mira la fila de personas que esperan, con paciencia y con hambre, llegar a la caja registradora para hacer su pedido. Tortas de carne, pandequesos, pandebonos, buñuelos, pasteles de pollo, papas rellenas, tinto, perico, milo, avena, jugos naturales y bebidas gaseosas. La oferta es amplia en una de las cafeterías esquineras de la más grande central de abastos de Antioquia: la Mayorista.

Con una sonrisa, Joaquín se acerca a la vitrina, saluda a la dependienta y estira el café con decisión sobre el mostrador. El gesto basta para que la joven tome el vaso, se dirija a la cafetera y le agregue un poco de agua y otro tanto de leche, hasta el borde.

Para acompañar el café, el vaso lleno ahora y de un color más cremoso, Joaquín pide un pastel de pollo, dos mil pesos, lo paga y se retira con su “segundo desayuno”, como lo llama, para sentarse en una de las mesas de afuera. “Ésta es la hora del hambre, empiezo a trabajar a las ocho y a las diez estoy como si no hubiera comido nada”, se acomoda en la silla y descarga sobre la mesa los papeles de la suerte, el hombre, quien fue campesino primero y negociante después hasta que cayó en bancarrota.

“El tinto me lo dan en otra cafetería allí arriba y aquí me lo ajustan con leche”, don Joaquín, que prueba el café y recuerda que en ninguna de las dos partes le ofrecieron endulzante. Tampoco trajo el suyo o lo perdió. Aún así se lo toma, de a sorbos intercalados con mordidas al pastel.

“No es que no me guste el café de aquí, sino que así me pueden regalar los poquitos en diferentes partes y a las muchachas no las regañan”, sonríe, confiado y feliz por ahorrarse los cafés con leche, “y uno que otro tintico”, de lunes a viernes, siempre a la misma hora, en la plaza donde vende lotería desde hace casi una década.