Un trámite
Dos filas
María Adelaida Penagos ya cansada en la sala del DAS
Amplia y mal distribuida
Hileras confusas
Ciudadanos confundidos
“La fila para entregar es allá”
“Por favor espere en el fondo”
Uniformados y paisanos
Tratando de desenredar el escenario.

Tez trigueña y color del iris café
Anotó en la ficha del trámite
María Adelaida termina la segunda fila y obedece
Va al fondo
Veintidós personas de pie
Unos cuantos recostados
Sobre la pared, en un mostrador
Sólo tres como reyes y reinas: sentados en la única banca del salón
Adelaida tiene suerte y justo llaman a una reina
Toma su lugar
Suspira
Su cuerpo agradece.

“Uno ya no está para esto”
María con la ficha diligenciada
Donde dice que nació en 1967
“Llegué a las nueve y media”
Ha pasado una hora y ya casi corona
De repente: una gota de agua directo al busto
Desde el techo
Adelaida y Blanca su vecina de asiento ríen
“Es del aire acondicionado”, Blanca
“Ah, yo no me voy a parar”, Adelaida
Media hoja de papel brillante y contenido publicitario
En la mitad de la nariz
Apoyada en el tabique
Con una mano sostenida
Para atajar la gotera de turno.

La mujer siete minutos sentada
Esperando más el goteo que el documento
Cada treinta o cuarenta segundos
Se ríe
Intercambia miradas con los cómplices en la espera
Y una funcionaria: “Ese aire gotea así hace días”
“La banca se puede correr”
“Pero córrala pues con este gentío”
La gotera
Lenta y pequeña
Otra vez
Sobre el volante
Rueda.

“Al menos estoy sentada”
Unas diez goteras después oyó su nombre
Guiada por la voz
María se alejó de la silla
La mano estirada en la taquilla
No presenta antecedentes judiciales
El volante mojado a la basura
Y ella un poco más descansada
A coger el bus para el centro.