“Yo sabía que iba a ser un mal día desde que Pascal, mi perro, me despertó con un mordisco en la nariz”, dijo María Camila Vera al relatar los hechos en los cuales se vio envuelta. “Para poder dormir hasta más tarde, me voy por un atajo para la oficina. Tengo que cruzar un potrero y ya se me habían atravesado vacas y patos en el camino, pero nunca me había pasado nada hasta hoy, que me pinché”.

La noche anterior, la joven comunicadora se había quedado hasta tarde jugando con su perro y por eso se retrasó para ir al trabajo. “Como es una vía de rieles uno debe andar muy despacio, pero por afanada iba a la carrera. Sentí un golpe y de una supe que se había pinchado la llanta. Me bajé a ver qué podía hacer y cuando fui a poner el gato rompí la media, que estaba nueva”.

Días antes, María Camila había camuflado el par de medias, moradas, en el carrito del mercado sin que su madre lo advirtiera. “Vida perra no duró ni cinco minutos el estrén”, dijo la mujer y se puso a llorar. Al ver que no era capaz de cambiar la llanta, llamó a su mamá quien logró que el portero de la casa donde viven fuera a socorrerla en algún punto desolado entre la Loma del Chocho en Envigado y San Lucas, en Medellín.

“Le mandé otro par de medias para que se cambiara. Ni de fundas puede llegar con un roto a la oficina”, afirmó la madre de la joven. Se pudo establecer que la zona siniestrada fue la pantorrilla. “Mientras me desvaraban aproveché para maquillarme. Al final no fue del todo tan grave”.

Con ambos repuestos instalados, Camila continuó su camino a la oficina. Al cierre de esta edición, se conoció que la mujer se había puesto las medias que le mandó su mamá encima de las que se le rompieron y a pesar del calor que padeció en las extremidades, sobrevivió con éxito a la jornada.

Informó @MCamilaVera