Este domingo, en el sector de la Plaza Mayorista, Jhon Jairo González, de 58 años, le montó una llanta a una tractomula modelo 1990 en sólo 8 minutos, un procedimiento que ha hecho “miles de veces” a lo largo de 36 años dedicados al oficio de mecánico. En la foto, Jhon Jairo rodaba la llanta desde el taller hasta el vehículo.
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Ya en la parte trasera de la tractomula estaba todo listo para el montaje. Según Jhon Jairo, una llanta de éstas puede pesar unos cien kilos y nueva cuesta más de un millón de pesos.
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“Los tornillos se van apretando en equis, uno arriba, uno abajo, uno arriba, otro abajo, para que quede bien balanceada la llanta”, explicó el mecánico.
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“Con la llave se aprieta ya en forma porque si no queda bien apretado se puede salir la llanta”.
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Una pausa para saludar un transeúnte, y un pequeño descanso para tomar impulso. “¿Qué? ¡Si uno se cansa hasta comiendo!”, dijo riéndose.
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La última ajustada, la última fuerza. Y lista la llanta para rodar.
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Ocho minutos y a sacar el gato. “¡Jefe, venga a ver que esto ya está listo!”, le gritó al conductor al otro lado de la calle.
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“Bien, ahí para que dure unos ocho días”, dijo guiñando un ojo el conductor, listo ya también para pagar los diez mil pesos que Jhon Jairo cobra por montar una llanta.
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Asi quedo mejor el fotoreportaje, todo en una sola pagina y sin salir de Apin! mejoro considerablemente. Felicitaciones muchachos!